SEVILLA 23.9.2019 / Jose Manuel García Bautista
Si hay una cultura antigua que llama la atención, por encima de todas, esa es la que tiene por “cuna” a Egipto.
Un rompecabezas sólo de tantos misterios que evoca y que hace difícil poder investigar sus primitivas raíces y, mucho menos, la cultura de la que proviene.
Sería, poco menos, que la clave a uno de los grandes misterios de la Historia pues no se sabe nada de esta civilización precursora.
Aún la Arqueología tiene mucho que decirnos al respecto merced al descubrimiento de unos cementerios neolíticos (del 9300 a.C. al 4000 a.C.).
No debemos sorprendernos, el hallazgo se realizó en el árido desierto de Libia, posiblemente en un tiempo en el que había más vegetación y vida.
Algo que no es nuevo pues James Bruce, en 1765, en pleno desierto argelino encontró las ruinas de una ciudad. Es posible que, dada la proximidad, pudiera ser uno de los orígenes de la civilización egipcia.
Dicen que la arena del desierto lo engulle todo, que el 80% de Egipto se halla enterrado y, es posible, que sea la causa por la que no se han encontrado más vestigios de la misma.
Los restos serían del Neolítico Final (4.600-4.000 a.C.) y estarían a la orilla de un lago estacional extinto en un punto: Gebel Ramlah.
Según los investigadores se trata de las “primeras evidencias de estratificación de clases de Egipto” en una etapa neolítica
Esta cultura, debido al clima en la zona -más benigno que en la actualidad- era sedentaria creaba estructuras megalíticas y santuarios rituales.
Los cementerios aportan muchos datos sobre los pobladores de esta zona en el que también hay bebés o mujeres adultas y neonatos.
Se ha descubierto que esta cultura tenía conocimiento en herramientas cosméticas, armas de piedra, cerámica ornamentada, conchas, joyería y cáscaras de huevo de avestruz.
Dentro de los cementerios hay diferentes clases sociales y eso lleva a pensar en como estaba organizada su estructura social “primeras evidencias de estratificación de clases de Egipto”.
“Estas personas, con su arquitectura ceremonial y tecnológica, mostraron un alto nivel de sofisticación más allá de los pastores comunes de los distintos ganados”.
Se dice que la Dinastía cero del Antiguo Egipto eran los Shemsu Hor, unos reyes míticos que ayudaron a Horus en sus luchas con Seth.
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